Análisis
La experiencia chilena con el PCT
Por Fernando López

Ingeniero Mecánico y Civil Industrial (Johansson & Langlois)

El Tratado de Cooperación en Materia de Patentes, más conocido como PCT, entró en vigencia en Chile el 02 de junio de 2009.

A partir de ese momento, las solicitudes que se presentaban en Chile bajaron a un 35% hasta el 02 de diciembre de 2010.

Este período de baja en las solicitudes tuvo que ser soportado por las Oficinas de Abogados dedicadas a la Propiedad Intelectual.

La presentación de solicitudes comenzó a recuperarse a partir de los 18 meses de entrada en vigencia el tratado, es decir, a partir del 02 de diciembre de 2010. Sin embargo, desde esa fecha, la recuperación no fue instantánea, sino que fue progresivamente aumentando hasta que en el año 2013 prácticamente se volvió a recuperar el número de presentaciones que había antes de la entrada en vigencia del PCT.

Por lo anterior, es posible afirmar que se debe esperar del orden de tres años, desde que se ingresa al PCT, para recuperar la presentación normal de solicitudes.

La venta que hace la OMPI de este tratado señala que las solicitudes deberían ir aumentando cada año.

En Chile, aún no podemos ratificar esa hipótesis de la OMPI, porque hacia fines de 2013 recién comenzamos con un régimen de normalidad.

Para analizar los efectos del tratado en Chile, hay que separar las miradas. Una primera mirada desde el punto de vista de solicitantes extranjeros, y una segunda mirada desde el punto de vista de solicitantes nacionales.

Desde el punto de vista de solicitantes extranjeros, el tratado facilita la tramitación y la documentación para ser presentada en la fase nacional.

Ya no es necesaria la presentación de cesiones de los inventores y de los certificados de prioridad, si éstos fueron presentados en la fase internacional.

De la misma manera, ya no se requiere la presentación de los informes de búsqueda del estado del arte, en vista de que toda esta documentación está en el sitio “patentscope” de la OMPI, donde los examinadores locales pueden bajar directamente la documentación requerida.

Lo anterior permite bajar considerablemente los costos en la primera fase de la presentación de una solicitud, que provenga de la fase internacional del PCT. Esto significa que se requieren de menos acciones de los abogados de patentes.

Aunque la OMPI señala que los Informes de Búsqueda y la Opinión Escrita, o si es el caso, el Examen Preliminar Internacional de Patentabilidad, no es vinculante con la opinión de los Examinadores locales, nuestra experiencia ha sido todo lo contrario.

Si una solicitud PCT tiene en el Informe de Búsqueda solamente documentos de categoría “A”, es decir, documentos del estado del arte no relevantes para el análisis de las reivindicaciones, entonces lo más probable es que el Examinador local recomiende la concesión de la patente.

Por otra parte, si una solicitud de patente tiene documentos “X” o “Y”, es decir, relevantes para el análisis de la novedad y nivel inventivo, entonces el Examinador local se guiará por la misma calificación de estos documentos, y recomendará, en primera instancia, el rechazo de la solicitud.

En algunos casos, cuando el Informe de Búsqueda y la Opinión Escrita son desfavorables, entonces, los solicitantes extranjeros optan por modificar las reivindicaciones en la fase internacional, y luego de ello solicitan en la misma fase un Examen Preliminar Internacional de Patentabilidad (IPRP).

Con esta modificación de las reivindicaciones en la fase internacional, por lo general, se superan las objeciones por falta de novedad o nivel inventivo, emitiéndose un IPRP favorable. En general, la opinión del IPRP es mantenida por los Examinadores locales.

Esto ha hecho que bajen considerablemente los reportes y contestaciones a las acciones oficiales, y con ello, la intervención de los abogados de patentes en Chile.

Desde el punto de vista de solicitantes nacionales, el escenario ha sido diferente. En primer término, las solicitudes chilenas de nacionales han ido en aumento, y ello ha llevado a que, reclamando la prioridad chilena de los 12 meses, muchos de ellos pidan una solicitud PCT.

El plazo de los 12 meses de la prioridad permite a los nacionales evaluar si es conveniente pedir la PCT y si existen los recursos para ello. Los que entran al PCT además tienen 18 meses para analizar si hay financiamiento para seguir con las tramitaciones en fases nacionales cuyos costos son altos.

El utilizar el PCT por solicitantes chilenos ha sido un verdadero reto para los abogados de patentes en Chile.

Tuvimos que aprender el manejo de los artículos del Tratado y su Reglamento, y además, el uso de todos los formularios que se requieren para la presentación de una solicitud PCT, y al mismo tiempo, los formularios que deben ser utilizados para responder las notificaciones preliminares del Instituto Nacional de Propiedad Industrial de Chile (INAPI) como Oficina Receptora (OR).

Las notificaciones de la OR por enmiendas u omisiones en la presentación de la solicitud internacional son notificadas a través de e-mail, lo que permite una rápida reacción para responder a tales notificaciones.

Sin embargo, en la experiencia de Johansson & Langlois, la mejor forma de presentar solicitudes internacionales del PCT ha sido a través del programa “PCT Safe” creado por la OMPI, el cual puede ser bajado gratuitamente desde la web de este Organismo.

Una vez instalado, permite realizar una presentación directa de la solicitud y toda la documentación requerida directamente en Ginebra, donde está físicamente la sede de la OMPI.

Utilizar “PCT Safe” permite bajar los costos de presentación de una solicitud internacional, para los solicitantes nacionales.

El mercado nacional de las patentes de nacionales ha ido en aumento y esto nos ha llevado a implementar los servicios de búsqueda del estado del arte, para una evaluación previa de la invención, y dependiendo del resultado, la redacción de solicitudes de patente.

Finalmente, es posible señalar que el PCT ha sido una buena herramienta para extranjeros que quieren proteger patentes en Chile, y también para nacionales que quieren proteger en el exterior, aunque el volumen de solicitudes presentadas no ha sido, por ahora, muy distinto al que existía antes de la entrada de Chile al PCT.


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